Piropos literarios
Encajar las críticas cuesta,†‬pero cuesta aún más encajar los cumplidos,†‬sobre todo cuando son de esos que por repetirse tanto han llegado a perder su sentido y su propósito de halagar.†“‬Engancha— ‬es uno de esos comentarios quedabién para valorar un libro.â€
Repasando valoraciones,†‬unas más espontáneas que otras,†‬de los lectores en Amazon este es uno de los cumplidos que con bastante frecuencia dedican los lectores a las obras a la venta en su librería.†‬Tu libro engancha,†‬me ha enganchado,†‬empiezas a leerlo y te engancha hasta la última página...
†‬Mi radar de sinceridad,†‬no tan preciso como a mí me gustaría,†‬se pone en alerta cuando recibe uno de estos cumplidos tan comunes a los que se suele recurrir para salir del paso, un piropo fácil.†‬Comentas que el libro†“‬engancha— ‬y quedas la mar de bien,†‬aunque la autora,†‬al ser un elogio tan corriente,†‬no termina de créerselo seguramente.
†‬Es lo que ocurre con los cumplidos.†‬Cuando se repiten demasiado pierden su efecto.†‬Son tantos los libros elogiados por ese supuesto gancho,†‬que el ego de los escritores casi no reacciona cuando reciben este comentario.â€
No estoy quitando importancia a los ganchos.†‬Al contrario,†‬creo que son esos ganchos los que explican el éxito de los libros que más se venden,†‬sin duda.†‬Y no basta con un solo gancho,†‬sino que hacen falta varios y además distribuirlos estratégicamente para hechizar al lector.â€
Los ganchos funcionan gracias a la curiosidad y a la necesidad que tenemos los seres humanos de buscar un sentido.†‬Los ganchos juegan con esa ansiedad que suscitan los interrogantes que se hace el lector cuando su curiosidad no está saciada.†‬Tanta es la curiosidad general que tampoco hace falta un enigma muy elaborado para que esos ganchos funcionen.†‬Basta con generar un mínimo interés y despertar esa sed por buscar un sentido†‬a lo que ha quedado a medias.
†‬Nunca supe lo que escondía mi esposo en la buhardilla.†‬Siempre la cerraba con llave y cuando le preguntaba por lo que guardaba ahí siempre cambiaba de tema.†‬Mi marido nunca limpia el coche,†‬nuestro coche,†‬un utilitario,†‬un modesto Nissan con kilómetros de sobra como para ir a la Luna y volver.†‬Tan sucio estaba que sin esperar a que se tomara él la iniciativa me lo llevé al tren de lavado.†‬Los rodillos lo dejaron reluciente,†‬como recién salido de fábrica,†‬pero el interior seguía muy sucio.†‬Arrojé un par de monedas a la ranura de la máquina apiradora del autolavado y me puse a limpiarlo por dentro.†‬Al agacharme para pasarla por debajo del asiento del conductor descubrí una pequeña llave dorada.†‬Apagué la aspiradora.†‬Su estruendo no me dejeba pensar.†‬En cuanto se silenció observé esa llave y estaba segura de que era la de la buhardilla.†‬Saqué la aspiradora y regresé a toda velocidad hacia casa a comprobar si mi intución estaba en lo cierto.â€
Es sólo un párrafo improvisado en el que he probado a colocar unos cuantos ganchos para descubrir si funcionan y estimulan la curiosidad.†‬He repartido varios ganchos y sólo el lector que lo haya leído sabrá si han funcionado y tiene curiosidad por saber qué es lo que mi esposo guarda en la buhardilla.†‬Si supiera que funcionan me animaría a redactar el siguiente párrafo con su continuación.†‬Si fallan y no he logrado despertar el interés necesario me ahorraría esa molestia.†‬Tan importantes son los ganchos para quien lee como para el escritor que se apoya en ellos para motivarse mientras compone una historia.†‬Esos ganchos también estimulan la creatividad de quien escribe.
†‬Por esta razón es una lástima que se haya convertido en un cumplido fácil afirmar que un libro engancha porque lograr que esos ganchos funcionen tiene un mérito extraordinario en la labor literaria.â€
Los autores de best-sellers más metódicos tienen una estrategia muy definida y saben exactamente cuántos ganchos necesitan y con qué frecuencia han de aparecer en el relato.†‬Incluso alguno de ellos miden esa frecuencia por páginas.†‬Se imponen la norma de que no pueden permitirse que pasen más de tres páginas sin alojar uno de estos fantáticos ganchos y la cumplen a rajatabla con espléndidos resultados.
†‬Con lo difícil que es vender un solo libro,†‬no me tomaría a la ligera el uso de los ganchos porque son un recurso tan poderoso como delicado de manejar,†‬tanto como un explosivo inestable.†‬Si faltan ganchos el lector pierde tracción y se corre el riesgo de que aparte su mirada de las páginas,†‬pero si se abusa de ellos se satura su curiosidad y se le aburre.†‬Hacer un cumplido es fácil.†‬Enganchar ya no lo es tanto.†‬Palabra de escritora.
Por Alicia Cofres,†‬fundadora de Clickteratura
